domingo, 12 de mayo de 2013

Patek Philippe





En mayo de 1839 el noble polaco Antoine di Patek fundó una empresa relojera con François Czapek, relojero bohemio nacionalizado polaco, dando vida a la Patek Czapek & Co. Después en 1842, conoció a Adrien Philippe, inventor del remontaje por la corona, y en 1845 fundó la Patek &Co, de la que formaba parte, además de Philippe, un acaudalado hombre de leyes, Vincent Gostowski, disolviendo acto seguido la sociedad con Czapek. Seis años mas tarde, en 1851, se convierte en Patek Philippe & Co. fundada por Antoine di Patek y el genial relojero francés adrien Philippe. El 1 de Febrero de 1901 se convierte en Sociedad Anónima.

El capital inicial era de 1,6 millones de francos suizos. La razón social se transformó en ANCIENNE MANUFACTURE D,HORLOGERIE PATEK PHILIPPE & CIE, S. A. En sólo medio siglo de actividad, la marca llegó a la cumbre mundial.

En 1932, los hermanos Charles y Jean Stern, propietarios de una manufactura de esferas de alta gama en Ginebra, compran la empresa. Desde entonces, “Patek Philippe S.A.” continua siendo una empresa familiar.



En 2009 la presidencia de la empresa pasó oficialmente de la tercera a la cuarta generación, convirtiéndose Thierry Stern en presidente y su padre Philippe Stern, en presidente honorario.



 

 LOS RELOJES MAS CAROS DEL MUNDO

Patek Philippe Graves Supercomplication, el reloj de bolsillo más caro del mundo

En el año 1933 Patek Philippe entregó el reloj que el banquero Henry Graves Jr. les encargó. Un reloj de bolsillo de oro de 18 quilates que hasta el día de hoy es el reloj más caro del mundo. El Patek Philippe Graves Supercomplication se vendió en una subasta por algo más de 7.800.000 euros (11 millones de dólares). El precio de este reloj se entiende mejor cuando se sabe que hasta 1989 nadie lo había superado en complicaciones técnicas a este maravilloso reloj de 24 complicaciones y más de 900 piezas. Tardaron más de 5 años en su desarrollo y diseño en Patek Philippe.
El reloj más caro  y también el más complicado fue el que realizó el relojero suizo Patek Philippe para celebrar el sesquicentenario de su fundación. Le llevó 9 años de trabajo y perfeccionamiento, tiene 33 funciones diferentes y está calculado su precio cercano a los ,10.000.000diez millones de francos suizos, 11.378.000 once millones trecientos setenta y ocho mil dólares

Dos relojes de pulsera Patek Philippe de la década de 1950 fueron vendidos en Ginebra por más de dos millones de euros cada uno (más de 2,5 millones de dólares), en una subasta en la que se ofertaron 414 lotes valorados en 13,3 millones de euros (17,2 millones de dólares).
La pieza que alcanzó un mayor precio fue un reloj de oro con una corona que indica la hora mundial y en cuya esfera se reproduce con esmalte la silueta de Norteamérica, que se vendió por 2,3 millones de euros (3 millones de dólares), incluyendo los impuestos.
Debido a la gran complejidad y los elevados costes que conlleva la fabricación de estas piezas, solo un número muy limitado de estos relojes salió en 1950 de los talleres de Patek Philippe y actualmente se calcula que solo existen quince en el mundo.
Desde su manufactura en la década de los 50 el reloj vendido hoy solo había tenido tres dueños.
El reloj que se adjudicó por la segunda suma más elevada (2,1 millones de euros; 2,7 millones de dólares) fue otro Patek Philippe, en este caso fabricado en oro rosa y manufacturado en 1950.
Según explicaron desde Christie’s, cuando un reloj de oro rosa aparece en una subasta es un hecho excepcional, ya que solo el 10 por ciento de la producción relojera está fabricada con este metal precioso.
Esta es una pieza prácticamente inédita, ya que nunca antes había salido a subasta, ni se había documentado anteriormente, y ha llegado a la venta de hoy directamente de manos de la familia de su propietario original.
Entre los relojes más caros vendidos hoy figura otro Patek Philippe de oro con la reproducción de Norteamérica, un reloj de la misma época y estilo que el que se adjudicó por la mayor suma, aunque en este caso se trata de un reloj de bolsillo y no de pulsera.
Este reloj de bolsillo alcanzó los 573.267 euros (737.852 dólares), mientras que otro de pulsera de la misma firma -en el que se muestran las fases lunares- fue vendido hoy por 413.053 euros (531.627 dólares).

Cómo detectar un Patek Philippe falso





Cómo detectar un Patek Philippe falso

Antoine Norbert de Patek, un vendedor, y François Czapek, un relojero, formaron la compañía Patek, Czapek & Cie en 1831. Finalmente, Czapek abandonó la compañía y el señor Adrein Philippe, otro relojero, se unió a la empresa, creando así la "Patek Philippe" que conocemos hoy día. Los relojes Pateck Philippe se encuentran entre los mejores y los más caros del mundo. La compañía se enorgullece de mantener los valores más estrictos en cuanto a independencia, tradición, innovación, calidad de fabricación, singularidad, estética, emoción, herencia y servicio. Imitada por compañías inferiores con materiales mediocres, abundan los relojes Patek Philippe falsos. Cuando examines una posible imitación, debes tener en cuenta varias cosas.



Instrucciones




  1. Visita el sitio web oficial de Patek Phillipe en www.patek.com. Encuentra una fotografía auténtica del reloj en cuestión, que coincida con el modelo y la marca exacta.

  2. Compara el reloj con la foto del reloj auténtico. Examínalos exhaustivamente. Compara la esfera, el bisel externo, la corona, los marcadores, el dial y la correa. Cualquier diferencia o alteración es una señal de que se trata de una imitación.

  3. Haz clic en las palabras "Red de minoristas" en el menú ubicado en la esquina izquierda del sitio web del Patek Phillipe. Examina la lista de minoristas autorizados de tu ciudad y país. Si la tienda o la persona que te quiere vender el reloj no figura en esa lista, lo más probable es que sea falso.

  4. Observa el precio. Si es demasiado bajo, probablemente lo sea porque no es auténtico. Los relojes Patek Phillipe son algunos de los más caros del mundo, con precios que alcanzan los miles de dólares. Si el precio está ubicado en cientos de dólares, aún cuando sean muchos cientos, probablemente sea falso.

Consejos y advertencias

jueves, 21 de marzo de 2013

Motorcycle de Balenciaga

 El modelo comúnmente conocido con estos tres diferentes nombres: Le Dix, Lariat y Motorcycle. No me preguntes el porqué de los tres nombres pero es así, de momento nos quedamos con este dato curioso. Parece que el nombre más oficial es Le Dix (el diez) – número fetiche de la casa-. Balenciaga también tiene una fragancia que se llama Le Dix. 
Nicolas Ghesquiere diseñó el bolso en 2001 y desde el primer instante se convirtió en una bomba, y en emblema de la firma y de miles de celebrities que, por cierto, lo tienen a pares en diferentes colores y tamaños. El diseño está inspirado el la ropa de los motoristas. Como curiosidad: este bolso fue el primero en el mundo de la moda en tener una larguísima lista de espera, así que como tú comprenderás no les compensa dejar de hacerlo. No es plan de ponerte más de Nicole Richie, pero te aseguro que tiene el bolso en más colores todavía. Además, como puedes ver, hay veces que no se sabe decidir por el color y lleva dos: uno en cada brazo -menos mal que no tiene más brazos- . ¡Estas chicas son la leche!
Ya ves que Nicole no era la única: Kate Moss no se podía perder su cita con Balenciaga, aunque ella opta por un tamaño mayor, tipo weekend. Fergie, la cantante de los Black Eyed Peas, también luce Balenciaga negro.
fergie-balenciaga-motorcycle

Motorcycle de Balenciaga existe apenas desde el 2001, pero eso no le ha impedido convertirse en un `must have
Este clásico todavía lo puedes conseguir en la pagina de Balenciaga su precio es de $1,745.00 a destacar, la variedad de colores que tiene esta línea y a su cómodo diseño.








Historia 
 Con la creación del museo consagrado íntegramente a un solo diseñador de moda, finalmente su natal España, rinde homenaje a un personaje, sin el cuál, la historia de la moda del Siglo XX no estaría completa: Cristóbal Balenciaga. Su legado no ha dejado de estar presente desde el 2010 con exposiciones alrededor del mundo, que muestran  las conexiones intrínsecas de su trabajo como couturier y la relación con su entorno, sus obsesiones y su manera de entender el cuerpo.

El arquitecto de la alta costura finalmente tiene un espacio consagrado en Getaria, País Vasco, España. Con el Cristóbal Balenciaga Museoa, la fundación presidida por Hubert de Givenchy, el Ayuntamiento de Getaria y el Ministerio de Educación y Cultura abren las puertas al universo de la Casa Balenciaga.

El maestro de todos ellos: Cristóbal Balenciaga


Hoy Balenciaga es tendencia declarada para el Invierno 2011. Con la creación del museo consagrado íntegramente a un solo diseñador de moda, finalmente su natal España, rinde homenaje a un personaje, sin el cuál, la historia de la moda del Siglo XX no estaría completa: Cristóbal Balenciaga. Su legado no ha dejado de estar presente desde el 2010 con exposiciones alrededor del mundo, que muestran  las conexiones intrínsecas de su trabajo como couturier y la relación con su entorno, sus obsesiones y su manera de entender el cuerpo.

Si Saint Laurent fue “tema” de las colecciones de verano, el universo Balenciaga es recurso de  inspiración para las colecciones de Otoño Invierno 11-12, no en balde ha estado en boca de todos con exposiciones que van desde Nueva York, San Francisco y España.
El arquitecto de la alta costura finalmente tiene un espacio consagrado en Getaria, País Vasco, España. Con el Cristóbal Balenciaga Museoa, la fundación presidida por Hubert de Givenchy, el Ayuntamiento de Getaria y el Ministerio de Educación y Cultura abren las puertas al universo de la Casa Balenciaga.

De dimensiones extraordinarias, cuatro plantas, seis salas y para empezar 90 seleccionadas de las más de 1,200 piezas que bajo custodia de la Fundazio han sido donadas, cedidas, algunas con carácter institucional otras más de carácter privado, el Museo Cristóbal Balenciaga apuesta por “convertirse en un centro con vocación didáctica, divulgativa e investigadora  en torno a la figura del modisto”, aseguró la institución en un comunicado.

Tuvieron que pasar 24 años desde la celebración del 50 aniversario de la casa fundada por Balenciaga en París, para que los diversos agentes unieran fuerzas y se planteara una estrategia real y económica para difundir el trabajo del guipuzcoano. Hoy es una realidad y mucho se debe en parte a la figura que hasta sus días es, uno de sus grandes discípulos, Hubert de Givenchy.
Su Historia
Cristóbal Balenciaga Eizaguirre, nace en Getaria, Gipuzkoa, el 21 de enero de 1895, de padre pescador y madre costurera. José Balenciaga, muere cuando Cristóbal tenia 11 años, a partir de entonces, Martina Eizaguirre, se hace cargo de sacar adelante a la familia, siendo éste momento, cuando un joven Balenciaga, aprende el oficio gracias a su madre. Poco se imaginaría que en su vida se cruzaría Blanca Carrillo de Albornoz y Elio, Marquesa de Casa Torres, su mecenas y una figura imprescindible en el imaginario del entonces adolescente.

La Marquesa, quien era la mujer más prominente de Getaria, encontró en Cristóbal su ferviente admirador, y ésta al preguntarle por su madre, el respondió si podía hacerle un vestido. La Casa Torres, perpleja, aceptó y dejó que Balenciaga copiara sus vestidos parisinos a sus 13 años, al notar en él interés en la costura y una sensibilidad nata para la estética. La alianza estaba hecha, a partir de entonces ella sería su mejor prescriptora a un mundo en el que Cristóbal Balenciaga, no pertenecía, la aristocracia y las Casas Reales que veraneaban en el País Vasco.
Hacia 1907 se traslada a San Sebastián, para perfeccionar el oficio de sastre y trabaja en algunos de los mejores establecimientos del momento como Casa Gómez y New England, aprendiendo a realizar trajes para eclesiásticos. Seis años después es jefe del taller de confecciones para señora de los grandes almacenes Au Louvre en la misma ciudad, y gracias a éste trabajo sus visitas a París son constantes. En aquél momento es cuando en sus viajes devora las colecciones de Doucet, Worth, Drecoll, entre otros, su percepción de la elegancia internacional se agudiza, conoce a la clientela, observa y aprecia los tejidos.

La historia empieza a concretizarse, y el futuro del modisto está en marcha. Es el año de 1918 y funda en San Sebastián su primera casa de costura Balenciaga & Cia en una alianza comercial con Benita y Daniela Lizaso. Disueltos los seis años de compromiso emprende carrera en solitario instalándose en 1924 en el número 2 de la Av. Libertad. Durante todo este periodo de esplendor para Balenciaga, sus diseños eran comprados por la monarquía y por clientela aristócrata, como La Reina María Cristina y la infanta Isabel Alfonsa, entre otras distinguidas damas de la familia real y la corte, quienes usualmente transitaban por San Sebastián y Biarritz.
Al proclamarse la Segunda República Española, la casa Balenciaga sufrió las consecuencias del exilio de prácticamente toda su clientela y por razones evidentes tuvo que replantear el negocio. Rebautizó su casa de costura como EISA, y de ésta manera, se desvinculaba parcialmente de sus anteriores mecenas y compradores, y también podía atraer a una nueva clientela que comprase sus diseños.

En 1934 abre una sucursal en Madrid, y al año siguiente en Barcelona, sin embargo ante el inminente estallido de la Guerra Civil Española, Balenciaga cierra sus tres casas de costura y abandona el país.
Por un breve período en Londres (tenía una obsesión por la sastrería inglesa), se instala finalmente en París, en donde gracias a una sociedad creada con el vasco Nicolás Bizcarrondo y Vladizio d’Attainville,  -de quien se dice fue su gran amor- se instala en el numero 10 de la Avenue George V, con un capital de 100,000 francos. Nace en verdad la casa Balenciaga, su gran aventura en Francia y en la misión de resucitar el esplendor de la alta costura, llegando a ser la casa más cara de todo París. Cristóbal, pronto conocería el éxito y todo el mundo conocería su visionaria ideología sobre el oficio, “Un couturier debe ser arquitecto en los planos, escultor en las formas, pintor en los colores, músico en la armonía y filósofo en la medida”.

“El Picasso de la moda”, según Cecil Beaton, mucho daría de qué hablar en los años posteriores. Coco Chanel afirmaba que era el único que podía construir un vestido de principio a fin con sus propias manos, y Christian Dior, su antagonista laboral y más ferviente admirador, pensaba que siempre iba por delante de la moda “Con los tejidos, nosotros hacemos lo que podemos, Balenciaga hace lo que quiere”.

Gracias a su devoción por el corte, su trabajo está centrado en varios apartados, pero sus obsesiones más latentes eran la construcción mangas y cuellos perfectos. A él se debe la introducción del tema español en la Alta Costura, con inspiraciones desde el arte de Velázquez, Goya y Zurbarán, la cola flamenca, los volantes, los colores brillantes, encajes y mantillas, el universo taurino y sus bordados, sus orígenes vascos, los pescadores, el luto de las viudas con una austeridad negra y claramente referenciada a la indumentaria religiosa.
El trabajo que Cristóbal Balenciaga produjo y el patrimonio que ha dejado habla de una herencia en el oficio de la costura, el patronaje y los cortes.

La gestión histórica del patrimonio cultural siempre ha sido objeto de debate, y ésta vez no podía ser la excepción. El escándalo iniciado por la denuncia de gestiones irregulares del antiguo alcalde de Getaria, Mariano Camio, donde inclusive se especuló sobre el paradero de piezas catalogadas. La misma historia de siempre, “los regalos”, historias sobre corrupción y política. El trago amargo fue para la Fundación, un golpe en el 2008 que terminó con el replanteamiento de algunas instituciones para analizar realmente la viabilidad del proyecto.
Y fue así como el presupuesto se hinchó hasta llegar a los 30 millones de euros, mismos que la Ministra de Cultura Ángeles González-Sinde asegura servirán para realizar un “Efecto Bilbao”, reactivando el turismo que representa un 47 por ciento, la pesca un 30 por ciento y el resto, la industria local.

Salvando las distancias y las épocas, que pretendamos asegurar que el efecto se repetirá, creo que vamos muy sobrados y aunque en papel y discurso quede muy bien para justificar el gasto público –que lo hay-, el trabajo de Balenciaga es prácticamente desconocido para la mayoría y por origen nada democrático, basta recordar su afán de vestir sólo a las pura sangre, sin embargo, sí es un buen referente y foco de oportunidad para dar a conocer al gran público al único made in Spain, pero no ambicionemos.
La discusión es sencilla, Cristóbal el hombre, es originario de España y es más que justo que su país le rinda homenaje con un museo, sin embargo la marca Balenciaga no lo es. Cristóbal es made in Spain, Balenciaga es made in France, hablamos de Balenciaga París.
Inmaculada Urrea, historiadora de moda y experta en branding afina el fenómeno, “La marca Balenciaga sin París, no perduraría, el simbólico asociado es muy grande. En ella, el pilar del imaginario es la alta costura y su idea de la arquitectura del vestido, junto con todo el imaginario español que puso en danza. El verdadero lanzamiento de la marca ocurrió en París. Nunca hubiera sido el mismo si no hubiese emigrado. Tenemos un claro ejemplo: Pertegaz.”
Hoy la marca es otra historia más de holdings, Nicolás Ghesquière que en un principio no tuvo acceso a los archivos de la casa gestionó colecciones nada coherentes, amén del vergonzoso episodio Kaisik Wong del 2003 y el chaleco de retazos. Sin embargo se reivindicó en el 2004 con una línea de archivo con detalles de alta costura y después de varias colecciones aún en la incógnita, eligió -o estratégicamente sus mecenas eligieron- un  homenaje en el prêt-à-porter de Febrero 2006 con puntualidad rigurosa, que no era más que el previo a la exhibición de la marca en el Museo de la Moda y la Industria Textil de París.

Aquella semana de la moda presentó una colección con tintes muy familiares, como los trajes sastres de tweed, fijación en cuellos y faldas acampanadas, vestidos tubo, chaquetas rectas de mangas raglán, estructuración en las faldas con nuevos volúmenes, la clásica manga tres cuartos  y los botones esféricos, que remiten a una época, pero sobre todo a él y sus creaciones inmortalizadas en fotografía.
Con el paso de los años, recuperando memoria de la casa, prendas icónicas y archivo de Cristóbal es posible que hayan dado en el punto justo entre el rigor en la construcción de las prendas del pasado, y el toque comercial; que si Balenciaga se levantase de su tumba y viese un bolso llamado Motorcycle firmado por su apellido colgando de una seudo-celebridad, probablemente se moriría de nuevo. No supo avanzar, para él ya era demasiado tarde, no puedes cambiar a un hombre que el sistema de la alta costura ha sido su vida.
Sin embargo, la gran ironía es que el más conservador de los diseñadores, al anular la cintura  y quitar todo tipo de superficialidades a los vestidos sembró en Courregès la pieza final del puzzle para el patrón del Space Age de 1965, lo que a su vez dio a los mods londinenses, un patrón para la minifalda. Aquel diseñador ultracatólico y gay, aquel que vestía a las madres y no las hijas, contra su voluntad se convirtió en el “padre” de la revolución juvenil.

La vida de Balenciaga siempre está llena de contradicciones, ya que vivía su relación sentimental abiertamente con d’Attainville, pero le horrorizaba lo público, la prensa y el escándalo que Dior hacía del sistema moda. Incluso, sabemos de sobremanera que no fue Dior quien esbozó la silueta pecho-cintura-cadera, ya existía la sombra en algunos diseños de Balenciaga en 1938, pero al final, Christian se llevó el crédito, llevando la línea Corolla- rebautizada “New Look” por Snow, a resucitar la industria de la alta costura parisina. Le dolió en el alma.
El legado de Cristóbal es indiscutible como patrimonio de la historia de la moda, desde su concepción y su visión del cuerpo. Mientras Chanel pregonaba la practicidad y la utilidad de la prenda, y Vionnet modelaba el cuerpo y lo respetaba, en Balenciaga la historia es diferente. No solamente era un innovador en la técnica y en los materiales, sino en la silueta, desde la línea túnica, la línea barril, la línea globo, la saco, o la babydoll, la única costura o prescindiendo de ellas con el asimétrico vestido de punto entallado con dos pinzas sujetado en los hombros.

Al final de su carrera, se vuelve más enigmático, alejándose del interés por cubrir o vestir el cuerpo, sino más bien tratarlo como un recipiente de abstracciones, vistiendo a la mujer sí, pero como elemento sustentable de una estructura geométrica. Ya lo decía, las mujeres no tienen que ser perfectas, mis vestidos lo harán por ellas.
Con la exposición en San Francisco en el Young Museum curada por Hamish Bowles, tuvimos Balenciaga en su máximo esplendor, dividiendo la carrera y generando temas. El arte español, la danza, los toros, la corte española, vestidos regionales, y vida religiosa, siendo ésta una de las mejores retrospectivas jamás montadas sobre el diseñador.

El Cristóbal Balenciaga Museoa está abierto al público, y el equipo de gestión listo, así como su comisaría Miren Arzalluz y autora del libro “Cristóbal Balenciaga: la forja del maestro”, que promete mucho más para el espacio, y ellos apenas empiezan el camino por recorrer.
La piedra finalmente está de pié en España, en la playa de Zarautz, en pueblo pesquero de Getaria, donde el mito finalmente tiene su lugar y su origen, a pesar del tiempo.


¿Quién lo lleva mejor?





kate5
 Nicky Hilton 
Hilary Duff

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lunes, 4 de febrero de 2013

Omega Vintage

OMEGA ha sido siempre impulsada por su espíritu pionero: seis alunizajes; el primer reloj de inmersión; el único reloj de pulsera en el mundo que es a la vez cronómetro de marina certificado… Ninguna otra manufactura de relojería ostenta más plusmarcas de precisión. OMEGA es también líder mundial en cronometraje deportivo. Estamos orgullosos de ese historial y de nuestro compromiso con la innovación, que nos llevó al lanzamiento de los calibres exclusivos OMEGA Co-Axial. Tales logros son fruto del dinamismo y el espíritu que han convertido a OMEGA en una de las empresas líderes del mundo en relojería. 
En sus más de 160 años de historia, OMEGA ha participado en varias aventuras apasionantes: la conquista del espacio y de las profundidades oceánicas, un siglo de cronometraje deportivo de alto nivel y más plusmarcas de precisión que las obtenidas por ninguna otra firma
 

El mejor lugar para adquirir un pedazo de la historia de OMEGA

¿Ha pensado alguna vez poseer un guardatiempo OMEGA de otra época? Quizás se imagina luciendo uno de los primeros Speedmaster o un elegante reloj producido en el año en que usted nació. OMEGA Vintage Watches lo ha hecho posible.
La popularidad de los relojes OMEGA antiguos se puso de relieve en 2007, cuando Omegamania, una subasta dedicada enteramente en los guardatiempos clásicos de la firma, atrajo la atención mundial y aseguró cifras de puja que sobrepasaron con creces las estimaciones previas.

Pero esos resultados no deberían sorprendernos. Durante más de 160 años, los guardatiempos de OMEGA vienen siendo sinónimo de espíritu pionero e innovación en relojería.

En Burlington Arcade, en Londres, se halla OMEGA Vintage Watches, la primera y única tienda especializada que se dedica únicamente, como sugiere su nombre, a guardatiempos OMEGA clásicos.

Bajo la propiedad de George Somlo, una de las mayores autoridades mundiales en instrumentos históricos y antiguos de medida del tiempo, OMEGA Vintage Watches ofrece una amplia selección de productos que representan toda la historia de OMEGA.

Todo entusiasta de OMEGA quedará deslumbrado por los relojes OMEGA que se exhiben e impresionado por el conocimiento enciclopédico que George Somlo posee de la firma.

TIENDA OMEGA VINTAGE
 
 
OMEGA  permite a todo poseedor de un reloj OMEGA manufacturado antes del año 2000 solicitar online un extracto de los archivos concernientes a ese reloj.

Este servicio tiene un costo de 75,00 CHF por extracto, o su equivalente en moneda local.  

El Extracto de los Archivos no es un Certificado de Autenticidad y, por tanto, no garantiza la autenticidad de un reloj y/o sus componentes. El Extracto de los Archivos contiene información detallada proveniente de nuestros documentos internos, que se refiere a su reloj y a las circunstancias en que salió de nuestra manufactura de Bienne, además de la fecha exacta de su producción. 
 
Hasta casi 1990 Omega fabricaba DOS tipos de relojes:

1) Movimientos Omega, con caja Omega realizada en suiza y ensamblaje del reloj en Suiza.

2) Movimientos Omega enviados a otros países junnto con sus eferas, agujas, etc, paises donde exclusivamente los distribuidores autorizados fabricaban la caja y ensamblaba el reloj. Se fabricaron cientos de miles de estos relojes, de altísima calidad, en mercados como Inglaterra, España o Argentina.

Tanto unos como otros son relojes Omega.
Tanto unos como otros los reparan en los SAT de Omega de toda España.
No son franken, no son "injertos". Son verdaderos relojes Omega, muchos de ellos de altísima calidad en sus cajas y el Mercado los reconoce como tales.


En concreto, esta práctica estuvo vigente hasta que en 1989 OMEGA demandó a los fabricantes españoles y, al no ganar en los tribunales (por motivos muy complejos) firmó un acuerdo transaccional con la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros (Asociación Nacional de Fabricantes de Cajas y Brazaletes para Relojes) para que cesaran en la fabricación de cajas nacionales, autorizando su producción y comercialización hasta que agotaran los movimientos que tenían en stock y en todo caso hasta el 31/12/1991.

Es cierto que hay dos diferencias entre unos y otros:
1) Los Omega con "caja nacional" en vez de "caja suiza" se valoran en el mercado de compraventa algo más baratos.
2) Si un reloj tiene un grave problema que requiere su envío a Suiza (por ejemplo para que le fabriquen una pieza que ya no está en stock) solamente pueden ir a Suiza los de caja suiza. Los demás deben repararse en los concesionarios de Omega de cada país, lo que es casi un consuelo, a la vista del elevado precio de las reparaciones en Suiza y del tiempo que llevan, casi más de 1 año.

Por favor: No destroces tu reloj separando su movimiento de su caja. "El no lo haría contigo".

¿Porque nacieron estas "cajas nacionales"?
Exclusivamente por motivos fiscales. La importación de un reloj de oro era gravada con impuestos de artículo de lujo. La importación de sus componentes (movimiento, esfera, agujas, etc) por separado con la fabricación de la caja de oro en cada país eludía los altísimos impuestos de los productos de lujo, permitiendo que el precio, aunque elevado, fuera más asequible.

¿Cómo se diferencia una "caja suiza" y una "caja nacional"? Por el sello estampado la tapa trasera en su interior.

Te pongo un ejemplo de caja nacional:




Os enseño mi nuevo regalo, gracias Marc!!! no me puede gustar mas!!
 
 

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